Cómo usar una VPN en todos tus dispositivos: es ya posible y te ahorra tiempo

Una de las principales preocupaciones de los usuarios de móviles y ordenadores es la privacidad que tienen -o no- cuando navegan. Muchas veces, los programas que usamos para entrar a las páginas web recopilan datos personales sobre qué sitios son nuestros favoritos y qué hacemos en ellos, vendiendo esa información para que otros la aprovechen. Es necesario recurrir a softwares específicos para evitar que compartan nuestras preferencias, y por eso debes usar una VPN en todos tus dispositivos.

Las redes privadas virtuales, como también se las conoce, son programas concretamente diseñados para ocultar nuestro comportamiento mientras navegamos en Internet. Así, impiden que los rastreadores obtengan detalles sobre qué hacemos.

Así debes usar una VPN en todos tus dispositivos

¿Para qué sirve una VPN?

Básicamente, a través de una red privada virtual podemos conectarnos con sitios que nos interesen sin que puedan averiguar desde donde estamos accediendo a ellos. Eso nos permite saltarnos la censura y las restricciones propias de las diversas zonas geográficas. Asimismo, podemos navegar con seguridad en las redes WiFi públicas donde, de otro modo, nunca estaríamos a salvo.

La VPN también nos ofrece la tranquilidad de estar protegidos contra ataques y acceder remotamente a determinadas páginas web. Es decir, en otras palabras, éste es un proceso mediante el cual podemos navegar tranquilos y sin tantas limitaciones de todo tipo.

¿Cuáles son las VPN más recomendables?

Hay varios servicios y plataformas especialmente creados para ello, y algunas de las redes virtuales privadas más recomendables pueden ser NordVPN, Proton VPN y AtlasVPN. Casi todas esas cuentan con versiones para ordenadores y dispositivos móviles. Además, los clientes de Android pueden recurrir directamente a la red privada virtual que Google incluye en la aplicación One.

Independientemente de cuál sea el aparato y sistema operativo en cuestión, la manera de utilizar una red privada virtual es igual. Primero tienes que descargar el programa o aplicación desde su portal o desde la tienda de aplicaciones de iOS, Android o Windows.

Una vez que hayas descargado, instalado y ejecutado la red privada virtual, tienes que seleccionar el país desde el que te conectas. Lo ideal es elegir países que no sufran demasiadas restricciones como los Estados Unidos, pero puedes escoger el que quieras.

Activada la VPN y conectada a un servidor del país seleccionado, puedes navegar en tu navegador; sea Chrome, Safari, Edge, etc.  Siempre que la red privada virtual se mantenga conectada, nada de lo que hagas será rastreado por terceros. Eso sí, hay ciertas normativas de las páginas web que, si te saltas, independientemente de dónde te estás conectando, pueden suponer un baneo.